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7 Síntomas que tu auto está muriendo

Luego de miles de kilómetros y aventuras recorridas, comienza lentamente el declive de tu automóvil, y hay 7 síntomas a los que debes estar muy atento si no quieres que tu engreído caiga en un coma sin retorno.

1. No paran de saltarte los testigos

Si de repente se ilumina un testigo no te preocupes. Lo primero es asegurarse de que sabes lo que te indica el coche. ¿Nivel bajo de aceite?, ¿hay que poner más líquido limpiaparabrisas?, hasta aquí todo normal y corriente. El problema aparece cuando el coche está continuamente iluminando testigos pidiendo ayuda de forma desesperada. Si por ejemplo se ilumina el testigo relativo a un problema de anomalía de gases, no lo ignores, tu fierro podría estar sufriendo un infarto y necesita urgentemente la inspección de un profesional.

2. Tiene una sed insaciable de aceite

Dependiendo del coche, cada motor tiene necesidades diferentes de aceite con el fin de realizar una correcta lubricación que garantice la durabilidad del mismo. No obstante, si los niveles de consumo se sitúan en cifras considerablemente altas estaríamos ante un motor cansado. Para esta situación existen productos específicos que garantizan un mejor cuidado del motor como Magnum HK de CAM2.

Si el excesivo consumo de aceite se debe a que el coche sufre pérdidas de aceite, una vez más no lo dudes y acude a un taller. Obviar el problema resultaría en esforzar el motor hasta un nivel de sufrimiento inaguantable que lo acabaría destrozando completamente.

3. Emite humos abundantes y extraños

Si tu coche comienza a desprender grandes cantidades de humo, interpretar el color de los mismos resulta crucial a la hora de saber exactamente que le ocurre a tu coche.

Si por ejemplo el color es de un tono azulado, el motor estaría quemando aceite de manera excesiva. Deberíamos por tanto prestar atención a cualquier anomalía en las válvulas y los anillos de pistón, y por supuesto solicitar una revisión técnica en tu taller de confianza.

Si el humo es de color blanco y la densidad del mismo es grueso, este proviene del quemado de líquido refrigerante en el motor. Para que esto se produzca debe haberse producido una avería anómala como una posible grieta en el bloque motor, o en la junta de culata.

4. Tienes una correa de distribución al límite

Es bien sabido que la vida útil de las correas oscila entre los 80.000 y los 120.000 kilómetros, a partir de este punto resulta crucial proceder a su sustitución. Pensar que no es necesario después de tanto desgaste producido en la correa, es parecido a encender el motor y tirar cada vez los dados con el propósito de que la suerte esté de nuestro lado.

Si la correa de distribución finalmente cede y se rompe, se detiene la sincronización de los pistones y las válvulas, por lo que se acabarían tocando y estas últimas se doblarían. Resultando por tanto en una de las averías más caras que podría tener tu coche. Una reparación similar a la resurrección de un muerto.

5. El bloque del motor se ha agrietado

Hasta el bloque motor más mediano está compuesto de una serie de materiales orientados a una correcta resistencia y protección de los cilindros (en un motor de combustión interna) así como en los soportes de apoyo del cigüeñal. Por lo tanto si encuentras una grieta o incluso un agujero, dependiendo de la severidad del mismo puede ser momento de plantearse si merece la pena invertir en su reparación.

6. Tienes una avería en los inyectores

De las averías más caras que le pueden ocurrir a tu coche un 10% están relacionadas con un fallo en los inyectores. En el mejor de los escenarios, la avería se focaliza únicamente en un inyector. No obstante, no sería extraño que dicho problema se extiendese a todo el sistema de inyección del motor. En este caso, una recomendación o incluso la única solución pasaría por sustituir cada uno de los inyectores para evitar males mayores en el motor.

7. Tienes una avería en la junta de la culata

Una avería en la junta de culata es el síntoma universal de que el motor ya ha tenido bastante desgaste a lo largo de su vida, es como un corazón con una enfermedad crónica. Dependiendo del cariño que le tengas a tu fierro y los kilómetros que lleve encima, talvez sea necesario que alistes tu billetera para una rectificación del motor.

Todos estos síntomas son signo de tu engreído ya está entrando a la adultez mayor y debes tener especial cuidado para detectarlos a tiempo y así evitar grandes dolores de cabeza.

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